Las contraseñas y llaves tienen los días contados. La biometría ha dejado de ser ciencia ficción para convertirse en una tecnología del presente. Pasar los controles de seguridad de un aeropuerto, abrir puertas, activar automóviles o realizar transacciones bancarias con la identificación de alguna parte del cuerpo son algunas de las potencialidades de esta tecnología. Los ojos, la huella dactilar o, incluso, la forma de caminar de una persona, pueden determinar su identidad.
La tecnología biométrica es la forma de identificación más segura utilizada hasta la fecha. Esto es porque cada individuo posee una información biológica que lo diferencia de los demás y lo hace único. A través de unos dispositivos de identificación, se puede verificar de forma automática la identidad de una persona gracias a sus características físicas, siempre que se hayan registrado previamente en el lector biométrico.
Tipos de biometría
Se reconocen varios tipos de biometría. La biometría estática recoge medidas como la geometría de la mano, la huella dactilar, la forma facial, el iris, la retina o los dedos (las venas).
No obstante, esta tecnología va mucho más allá. Por ejemplo, con la biometría dinámica se puede detectar el comportamiento de las personas. Bien sea el reconocimiento de la voz, la firma, la dinámica del tecleo, cadencia del paso o la conducta gestual. En pocas palabras, nuestro físico y nuestra forma de comportarnos nos identifica totalmente.
A pesar de que este sistema es muy seguro, lo cierto es que no es totalmente inhackeable. En este sentido, es muy interesante la aportación que puede hacer la tecnología Blockchain. Este ayuda a construir mejor los sistemas biométricos puesto que permite a los usuarios controlar sus datos personales de forma segura. La inviolabilidad e inmutabilidad de sus bases de datos se unen a su principal característica, la trazabilidad.
Casos de uso
Todo esto, que parece sacado de una novela de espías, ya se está implementando en multitud de sectores. Lo vemos en el uso diario. La mayoría de smartphones utilizan alguna clase de hardware biométrico.
Por otro lado, marcas de automóviles como Hyundai tienen previsto lanzar este año los primeros modelos de coches que podrán abrirse sin necesidad de llaves, gracias a un lector de huella digital incorporado. Ahora veamos algunos casos de uso por sector:
Sector financiero
En banca, BBVA es pionero y ofrece algunas soluciones biométricas. En los nueve primeros meses de 2018, el 50% de sus clientes en España se dieron de alta a través de un selfie en sus canales digitales. Algo posible a las técnicas de reconocimiento facial.
En el sector financiero, la biometría será especialmente interesante para llevar a cabo transacciones. Un porcentaje muy alto de personas reconoce haber olvidado el PIN de su tarjeta en algún momento, siendo la recuperación del mismo un proceso costoso e, incluso, poco seguro.
Grandes superficies
Empresas como el gigante chino Alibaba también aplican biometría. Cuentan con un monedero digital para efectuar compras debido a un sistema de reconocimiento facial.
En ese sentido, las políticas de KYC (Know your Costumer) para verificar la identidad de clientes se están abriendo paso. Esto con el propósito de evitar problemas relacionados con la corrupción, la financiación del terrorismo y el blanqueo de capitales.
En la Administración Pública
Se está recurriendo a la biometría para darse de alta en aplicaciones, plataformas o en carpetas ciudadanas, lo cual es especialmente interesante para desarrollar gestiones con el Estado.
Aérocivil
La seguridad en los aeropuertos es otro de los sectores en los que la biometría se puede convertir en una tecnología puntera. El objetivo, evitar suplantaciones de personalidad y riesgos en los aviones. Utilizar los rasgos físicos, como la huella dactilar, para identificar a un pasajero, puede ayudar a hacer menos tedioso el embarque y más seguros los controles.
Grandes eventos
Pero no sólo eso, como dato curioso cabe resaltar que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 usaron el reconocimiento facial para validar la identidad de 300.000 personas, entre personal de apoyo, seguridad, medios y socorristas.
En definitiva
En definitiva, todo apunta a que la biometría se convertirá en el futuro de la autenticación, dado que es un sistema fiable, eficaz y ágil. Seguramente, estos casos de uso, todavía en un estado incipiente, se conviertan en nuestro día a día en tan solo unos años. El futuro ya es presente.
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